Falla Para Progresar – Reflexión

Cuando llega un bebé a la casa, usualmente todo es alegría, ternura y amor, hasta las horas de sueño perdido se sienten agradables, los padres felices preparan biberones, los germanos desean pasar horas mirando y tocando a nuevo miembro de la familia y todos, por lo general ríen y están contentos, así pasan días meses y al tiempo la alegría se hace conmovedora al ver al bebé sentarse ya solito, sin apoyo, a los siete meses balbucea algunos ruidos y por ahí de los ocho meses nos lo queremos comer a besos cuando nos dice por primera vez “papá” y más aún cuando cerca del año llegamos a casa y lo vemos soltarse y caminar solito hacia nosotros.

Pero es verdaderamente preocupante cuando pasan los meses y el niño no se sienta, ni abre su boca para hacer ruidos siquiera, es probable que busquemos a un pediatra y que hagamos lo que sea para descubrir que es lo que pasa que no deja avanzar a nuestro bebe y nos horrorizamos si el médico pone en su diagnóstico la frase este niño tiene “falla para progresar”.

El caminar con Cristo es parecido y nuestro padre, espera que vayamos dando pasos, pasos de fe, pasos de confianza en Él, pasos de testimonio y de cambio de vida y a veces por largos periodos de tiempo nada pasa y se insiste en estimularlos dándonos consejos, predicaciones, invitándolos a reuniones y actividades sin que nada pase, en estos casos nuestro padre y doctor espiritual con dolor tiene que poner su diagnóstico “FALLA PARA PROGRESAR”.

En la calle y en las iglesias hay muchos cristianos con este diagnóstico, que semana a semana asisten a sus cultos y reuniones y sus vidas siguen sin cambios, con los mismos problemas, con las mismas complicaciones pareciendo que Dios no los oye o que Dios no los ama, cuando son ellos mismos los que no han querido ver que lo que en realidad está ocurriendo es que tienen desnutrición espiritual; recuerden Santiago 1:22-24:

Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

Los pastores y líderes de la congregaciones insisten en preguntar a Dios, ¿Qué pasa con estos hermanos que no progresan?, y dicen: “Señor, si nosotros les damos la palabra cada día, en cada reunión, en cada célula y siempre les insistimos en la importancia de hacer su devocional, de estudiar tu palabra, de testificar de ti, de orara cada día pasando ratos a solas contigo… ¿Qué pasa?

Dios responde con un tono amoroso que esto es una cuestión de voluntad…
De voluntad….?. Si… estos niños espirituales, tienen un parásito en su estómago espiritual que se come todo lo que los pastores y líderes les dan y es una gran lombriz hambrienta que los va debilitando por dentro y se llama “voluntad”.
Lo primero que se debe hacer para empezar a PROGRESAR en el ámbito espiritual es, quitar esa lombriz, y eso se hace rindiendo la voluntad a Dios, mientras la voluntad de cada persona sea la que gobierne en cadauno, no podrá progresar y se lo va a ir comiendo en lo espiritual primero y luego en las demás áreas de su vida hasta acabarlo.

Si este niño espiritual, expulsa su voluntad y se llena de la voluntad de Dios, es hasta en ese momento vera cambios porque entonces entenderá la voluntad de Dios como se dice en Romanos: Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:1, 2

Sólo de esta manera el cristianismo empieza a cobrar sentido y sólo entonces sin pesar, ni dificultad empezamos a obedecer con gozo, a testificar sin temor y sólo de esa manera nuestra comunidad, nuestro país y nuestro planeta tendrá esperanza de conocer a nuestro Salvador el Señor Jesús.

Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia. Juan 7:16-18

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